La crisis de 2008, la economía global, o al menos sus sofisticados mercados financieros, que comenzó en Estados Unidos y luego se expandió al resto de los Estados, estuvo a punto de hundirse por completo. La burbuja de las hipotecas ocultaba el hecho de que la situación económica en Estados Unidos no era tan buena como podía o debía haber sido. La crisis financiera demostró que los mercados financieros no funcionan bien de manera automática, y que los mercados no se autorregulan. Por lo que, el gobierno aún tiene un papel importante que jugar dentro de la economía. Por lo que, el papel del Estado difiere de un país a otro y de una época a otra. El capitalismo del siglo XXI es distinto del siglo XIX. La lección aprendida del sector financiero se confirma en otros sectores: aunque las regulaciones del New Deal no funcionen hoy, lo que se necesita no es una desregulación total sino más regulación en determinadas áreas y menos en otras. La globalización y las nuevas tecnologí
Las crisis financieras son interrupciones importantes en los mercados financieros, estos se caracterizan por disminuciones en los precios de los activos y fracasos de la empresa. Por lo que, se puede establecer que una crisis financiera se produce cuando una interrupción en el sistema financiero ocasiona un aumento de la información asimétrica que hace que la selección adversa y problemas de riesgo moral sean mucho más graves, haciendo de este modo los mercados financieros incapaces de canalizar fondos a los hogares y las empresas con oportunidades de inversión productiva, y provocando una fuerte contracción de la actividad económica. Hay varias formas posibles en que las crisis financieras comenzar en países como Estados Unidos: La mala administración de la liberalización o innovación financiera. El precio de los activos auges y caídas Un aumento general de la incertidumbre cuando hay fallas de las principales instituciones financieras. El resultado es un aument